miércoles, marzo 08, 2006

Encuentros de dos mundos

La manito pequeña
se esconde hasta perderse
en la palma de un suave puño.

La mirada navega
en el infinito mar de unos ojos
hermano de la mano cerrada.

La sonrisa inocente
se encuentra a mitad de camino
con la mayor
que es más madura y más conciente.

Así!
unidas las dos manos
La una; prisionera
La otra; convertida en jaula.

Así!
enlazadas las miradas
La una; un mar de calma
La otra; corriente impetuosa.

Encontráronse también las dos sonrisas
una en disimílitud de la otra,
pero sonrisas al fín
y como tales
ambas acabarán estallando,
estallando en carcajadas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esos ratitos en que te agarran la mano fuerte, hasta que caen dormidos y te van mirando entre sonrisas y parpados que pesan...es una de las sensaciones más intimas que conozco...

Irena de O dijo...

Gracias viudita , no se porque se me hace que estas muy cerca mío,mis antenitas me dicen que no estoy equivocada
solo espero como buena tigresa que las presas que tengo a la vista no desaparezcan ante el miedo a mis zarpasos.